jueves, 26 de junio de 2008

PELOTAZO EN CONTRA



Bueno, esta es la prueba de lo boludizante que puede ser el fútbol. Se ganó el mundial y a la plaza a vitorear al milico de turno. Estamos de acuerdo en que las desapariciones, las torturas y demás no se publicaban ni salian en los noticieros. Que la mayoría no sabía un carajo.
Ahora, había algo que era evidente. Ese señor de uniforme no era alguien elegido en elecciones democráticas. El golpe se publicó en la tapa de todos los diarios. "Junta militar" se llamaba. O sea, no había dudas de que estábamos ante un gobierno de facto.
Pero así y todo el imbecilaje llenó la plaza, pero de verdad; o sea, gente hasta el fondo, en las escalinatas del Nación, en las diagonales, o sea: LLENA.
Y por qué el boludo argentino llenó la plaza y gritó "Videla Corazón"? Por que se ganó un campeonato de fútbol.
El deporte de caballeros jugado por bestias lo permite todo. Que Julio Grondona siga en la AFA desde aquellos años, sobreviviendo a cuanto gobierno pasó por el país. Que los mayores delitos, fraudes y crímenes se cometan bajo el amparo de un deporte popular y que por tal, todo se le perdone.
Estas imágenes son también la prueba de que la historia de este país es algo muy complejo. Hay mucho pelotudo que se compra la versión que le vende cualquier gil, o hijo de puta, y entonces "todos eran fachos".
Si yo fuera entrevistado por alguien para un documental sobre esa época y el reportero pretendiera obtener algún testimonio escabroso sobre aquellos días, conmigo se jode.
Porque para mi, en mi infancia, y para mi familia nada politizada la vida siguió con normalidad. Iba a la escuela, me compraban la anteojito todos los jueves, tomaba la leche y miraba la tele. Y no era el único, todos mis compañeros de escuela hacían lo mismo, los amigos de la cuadra. Obviamente entre los adultos conversarían del tema, por ahí alguien conocía a alguno que estaba "en la joda". Pero más allá de las anécdotas de los hermanos mayores que dos por tres caían en cana por el pelo, por la pilcha, porque sí, no pasaba de eso, de la anécdota. De salir a bailar y terminar con el camión de culata.
Por eso yo no puedo decir nada. La pasé bárbaro. No voy a mentir sobre mi propia vida y mis recuerdos. Más de grande me enteré de lo que pasó. Pero el festejo por el mundial, las figuritas de Mundialito que regalaban en Bonafide, el muñeco, las monedas de colección, la marcha que ponían a la salida de la escuela mientras duraba el campeonato. Todo eso pasó y lo vivimos millones de argentinos.
Hoy se reflotó el tema y se intenta señalar a los jugadores, al técnico y la mar en coche. Y para seguir con el marketing de los derechos humanos que a algunos tanto les rinde, organizaron un partido para el fin de semana, a modo de desagravio o vaya uno a saber para qué carajo.
Estaría bueno que si aparecen las impresentables de Hebe de Bonafini o Estela de Carlotto, que ultimamente abre la heladera y posa para la foto, se acuerden estas buenas señoras de preguntarle a los inútiles funcionarios de turno ¿EN DONDE CARAJO ESTÁ JULIO LÓPEZ?

3 comentarios:

Manuelita dijo...

¿Qué otra cosa se puede esperar de Ud.? EXCELENTE.

El rincòn de mi niñez dijo...

Tío,
Muy bueno, muuuuy bueno.
Nada que decir.
Un beso.

JP dijo...

Muy buen post.
Los veo gritar "videla Corazón " y lo asocio a los que gritan o ponen cartelitos " Yo apoyo al Campo " .
Que pena me dá.
Lo mismo . 30 años después.
Un saludo