MIRÁ LO QUE TENÍA...

Bueno, ya pasó una semana desde que el petiso maldito se las tomó. Como es habitual aparecieron los de siempre hablando de todo, contando lo amigos que eran, justificando cualquier cosa.
A mi en lo personal sus programas de televisión no me gustaban mucho. Peor es Nada tuvo sus momentos, especialmente esos primeros programas con el negro Fontova y Leo Masliah, sentadito él al fondo al piano. Me acuerdo que el primer invitado fue Miguel Angel Solá. Sentados en una escenografía que reproducía un patio de una casa chorizo, con mesa con mantel de plástico, picada y vermouth. Masliah hacía notas en la calle donde le ponía el micrófono a los eventuales entrevistados sin preguntarles nada, mirándolos en silencio. Años después Tognetti, el ahora empleado de Hadad, usó el mismo chiste para presentarse en Caiga quien Caiga.
Pero bueno, el Guinzburg que a mi me gusta es el periodista. El que hacía radio con Abrevaya o con Castelo y Ulanovsky. Y el que escribía. Especialmente en Satiricón.
Acá les dejo la nota que escribió en el primer número de Satiricón en su regreso en democracia, noviembre de 1983.
Donde quiera que estés, gracias.