Caramelos duros, durísimos. Un chicle imposible...
Cuenta la leyenda que para filmar el comercial, después de perder media mañana intentando hacer un globo con esto, el poductor se hinchó las bolas y mandó a comprar Bazookas. Posta.
Pero estaban buenos.
Pero estaban buenos.
El de banana era mortal. Y acá tengo la cajita con melos y todo. Sí señó. Ahora no se te ocurra manducarte uno porque te convertís en Hulk, pero después de la gripe.
GRANDE FIRULETE!!!!!
Hasta chau.
(Y no se olviden de tomar la sopa de la tarde...)
3 comentarios:
jajajaj,¿que haceeeeees con esa caja? ¡¡tenes oro en tu casa!!yo realmente no me acuerdo del sabor,pero si que eran duros y te quedaba la mandibula trabada.¡¡no puedo creer que tengas una caja impecable.
No hace mucho fui a un local donde hablando le comente de estos chicles y me mostro uno casi muero ,hacia tantos años. Ese dia se me llenaron los ojos de lagrimas.
un beso
uh, sabés cómo NI A GANCHOS me pongo a masticar un chicle dentro de un caramelo... comer el melo está bien, y el chicle a volar.
Saludos!!!
Qué buena, che, y qué grosso Firulete, tengo un video del backstage de uno de sus espectáculos, donde se lo ve pintándose y contando muchísimas anécdotas. Un tipo bárbaro. Hace unos años Felfort reeditó estas cajas ¿no? Yo la vi en un kiosco, pero todavía no me había dado por la colección. Grrrrrrrrr... Un abrazo.
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