sábado, 14 de febrero de 2009

CALIBRANDO LA CALIGRAFÍA


Esta lapicera, sí es una lapicera, es uno de los regalos que una vez trajo una Anteojito. Le falta la tapa que es lo que le terminaba de dar la gracia para que parezca un bulón, con tuerca y rosca incluida.
Debe tener unos treinta años.
No, no escribe.


Bastante que llegó en muy buenas condiciones.
Yo era de la Anteojito, la Billiken me embolaba soberanamente.
Y no traía buenos regalos, bah, creo que no traía directamente.




2 comentarios:

El rincòn de mi niñez dijo...

Ay tíoooooooo quiero una de esaaaas!!!Que buena está che!!! y está como nuevecita.
También era mas fana de las anteojito...Lástima que no me quedara ni una ,y ni hablar de los regalitos.
Buenos recuerdos tío..
Un beso grande .

Fabian Mulis dijo...

Excelente!
Es verdad Billiken no existía!

Fabian Mulis