viernes, 4 de enero de 2008

CALLIN' DOCTOR HOWARD, DOCTOR FINE...

Regalo de navidad... De reyes... o del día del niño?
La verdad es que no me acuerdo, pero todavía andan. Lo más me gustaba era joder con el código morse. El ruido era denso, estaba bueno...
Llevan una batería de 9 v. y tienen un alcance respetable, me acuerdo que un par de veces enganché cosas raras...
Época de "Comandos Azules" y "Super Agentes", nefastos parapoliciales presentados como amiguitus de los niños.
Esa idea de intentar lograr que un botón sea simpático. Detesto a la gente que se hace la "amigable" con cualquier cosa que tenga uniforme, así sea un portero de edificio.
Los que laburan de alcahuetes, garcas por definición, que terminan garcados por otros.
Estos walkies talkies servían para arreglar la antena de la terraza, de modo que de abajo te iban diciendo "Ahí, ahí tá... no, pará! para el otro lado!... recién enganchó el dos!"

2 comentarios:

Cassandra Cross dijo...

Jejejeje! qué bueno... la antena, la vieja antena! Siempre quise tener un aparatito de estos, pero llegaban las fechas y claro... me regalaban un libro, y me olvidaba :D

Buena semana!

El rincòn de mi niñez dijo...

aY kachivache se extrañaba tu buen humor ...siempre quice tener una de estas cosas,habían salido unos con los ositos cariñosos pero a esto nunca llegaba mi vieja ) así que era feliz cuando me armaban algo similar con los vasitos de yogurt.. los de envase marrón y mi mami me ponía un hilo en cada extremo¡¡mi super teléfono que lindo lo disfrutaba muchisimo...nada que ver pero te acordás del poing poing.. lo recordé por los hilos.
¿te trajeron muchos regalos los reyes?